domingo, 12 de abril de 2009

CRÍTICA AL ARTÍCULO “PERDIENDO A AMÉRICA LATINA”, PAUL KRUGMAN

TEMÁTICA DEL ARTÍCULO

1. Mucha gente, incluido yo, estaría de acuerdo en que Hugo Chávez, no es el presidente que Venezuela necesita. Pero sin embargo, resulta que él es el presidente elegido por los venezolanos, de manera libre, justa y constitucional. Por eso es que todas las naciones democráticas del hemisferio occidental, aunque a muchas de ellas les desagrada el señor Chavez, reprobaron el intento de golpe en su contra.
2. Todas las naciones democráticas, excepto una: indicó la BBC “Lejos de condenar el desalojo de un presidente elegido democráticamente, los funcionarios de los Estados Unidos culparon al mismo señor Chávez por la crisis y estaban claramente contentos con el resultado” – a pesar de que el nuevo gobierno interino procedió a abolir los poderes legislativo y judicial y a la constitución. Presumiblemente, ellos se pusieron menos contentos cuando el golpe fracasó. De nuevo la BBC: “ el retorno del Presidente Chávez ha dejado a Washington viéndose bastante estúpido”. La asesora nacional de seguridad, Condolezza Rice, no ayudó a superar esa impresión cuando, de manera increíble, amonestó al restituído presidente a “respetar los procesos constitucionales”.
3. Pero, con seguridad, la peor cosa de este episodio es la traición a muestros principios democráticos, “de la genta, por la gente, para la gente” no se supone que esté seguido por las palabras “ siempre que se acomode a los intereses de Estados Unidos. “
4. A nosotros no s interesa mcuho que Latinoamérica rompa su tradicional ciclo político, en el cual el populismo crudo alternaba con las dictaduras militares. Todo lo que le importa a Estados Unidos –comercio, seguridad, drogas y en lo que quiera pensar, estaría mejor si tuvieramos vecinos estables.
5. Pero ¿cómo podemos alcanzar esa estabilidad? En los años noventa finalmente parecía haber una fórmula: llamémosla el nuevo orden mundial. Las reformas económicas acabarían con las tentaciones del populismo: la reforma política terminaría con el riesgo de las dictaduras. Y en la década de los años noventa, por iniciativa propia, pero animadas por los Estados Unidos, la mayoría de naciones latinoamericanas de hecho se embarcaron en un dramático proceso de reforma tanto económica como política.
6. Los resultados efectivos han sido variados. En el lado económico, en donde se tenían las mayores esperanzas, las cosas no han resultado tan bien. NO hay milagros económicos en Latinoamérica y ha habido algunos desastres notables, la crisis de Argentina el último de ellos. Algunas de las víctimas como México parecen haber recuperado su equilibrio.
7. Con todo, los desastres económicos no han desestabilizado a la región. La crisis mexicana de 1995, la crisis brasilera de 1999 e inclusive la crisis Argentina no mandaron a esos países a las manos de hombres con ideas radicales o de mano dura. La razón es que el lado político ha funcionado mejor de lo que cualquiera hubiera esperado. Latinoamérica se ha convertido en una región de democracieas.
8. Entonces mientras los Estados Unidos pueden haber esperado una nueva estabilidad latina basada en una vibrante propseridad, lo que en realidad obtuvo fue estabilidad a pesar de las calamidades económicas, gracias a la democracia.
9. El señor Chávez es un populista de corte tradicional, y sus políticas han sido competentes y erráticas. Aún así, él fue elegido de manera justa, en una región que ha llegado a entender la importancia de la legitimidad política. ¿Qué esperaban ganar los Estados Unidos con su derrocamiento? Es cierto, él ha recitado pomposamente mucha retórica anti-norteamericana y ha sido un fastidio para nuestra diplomacia. Pero no constituye una amenaza seria. Pero aún así, ahí estábamos nosotros, recordándoles a todo el mundo esos malos tiempos pasados en los cuales cualquiera que fuera un dictador de derecha podría contar con el respaldo de los Estados Unidos.
10. El señor Chávez ha alienado a un amplio espectro de su gente; las manifestaciones que llevron a su corto derrocamiento comenzaron con un paro general de los sindicatos del país. Pero el gobierno gopista, de muy corta vida, tenía representantes de los grandes empresarios y de los ricos y pare de contar. Con razón el golpe fracasó. Pero incluso si el golpe hubiera tenido éxito, nuestro comportamiento habría sido estúpido. Teníamos una cosa buena andando – una nueva atmósfera de confianza en el hemisferio, basada en los valores democráticos compartidos-. ¿Cóm pudimos desechar esto de una manera tan casual?


ANÁLISIS

El futuro de Latinoamérica, vista como países menos desarrollados es una de los temas más importantes, al menos para nosotros los latinoamericanos, en el contexto de de una nueva era de política económica internaiconal, en un intento por salir de la pobreza económica y de otros tipos.


Debido a la globalización la condición de pobreza es menos tolerable ahora, debido a la información, telecomunicaciones y otros medios que nos enseñan por los menos a primera vista, que se puede vivir mejor, que existen otras condiciones más allá de las que nosotros conocemos. Pero este factor en sí mismo se vuelvo un arma de doble filo para aquellos que antes tenían el monopolio de esa información. Ahora, cuesta más que nos engañen aunque todavía lo logran.

Una revolución en sí misma, a la democracia, el comercio, nuestra cultura, nuestro ser latinoamericano. Pero una revolución que pone aprueba la capacidad de entendimiento y de gestión de aquellos países que son más poderosos y que los alejan del control hegemonico tradicional a causa de una preocupación universal de sentimiento democrático y mejor distribución de la riqueza. Un examen de conciencia, que es claro, Estados Unidos, no pasó al apoyar el golpe antidemocrático al presidente venezolano.

Se modernizan los países latinoamericanos adoptando regímenes democráticos, pero muchas lo sucedido demuestra que eso no es precisamente lo que busca Estados Unidos, más bien se deduce de sus actuaciones que la falta de regimenes democráticos abren oportunidades para su intervencion constante, un negocio en sí mismo.

Una visión compartida podría ser la convicción de que por medio de una mayor integración de los países menos desarrollados, a través de la determinación de políticas económicas y el desarrollo de políticas racionales de estado que ayuden al mejor funcionamiento político, social y económico se ayude a estos países. Pero no lo contrario.

Lleva razón el autor en apuntar que a Estados Unidos le conviene que Latinoamérica esté bien, pero pueda que no, ya que la existencia de la inestabilidad de Latinoamérica pueda ser una parte de la existencia de medidas irracionales –no vistas así por Estados Unidos-, para justificar mucho de su actuar y cubrir independencia a través de la dependencia, económica, social o política.

Los paises menos desarrollados tienen un alto grado de dependencia y la continuarán siendo vulnerables porque precisamente son menos desarrollados. Son relativamente débiles ante los Estados Unidos, y ese relativismo será guiado por el nivel de responsabilidad de cada uno de los países en plantear agendas propias no dependientes sólo de cooperación, sino de comercio y agendas políticas que ayuden al fortalecimiento de la institucionalidad democrática.

1 comentario:

  1. Reflexionar sobre este artículo a partir del cambio de administración en EEUU, así también la cumbre del G-20 y la Cumbre las Américas es importante. Esto por cuanto, se evidencian cambios que tienen perspectiva de ser profundos en cuanto a las relaciones de EEUU con América Latina. Pareciera que Obama, con su acercamiento, puede restar validez a ciertos discursos antinorteamericanos, si se logran concretar acciones de acercamiento, luego de 8 años y más de estar relegados de la agenda de Washington. Como apuntó a sus detractores, darle la mano de Chavez no es una amenaza a los intereses norteamericanos. Seguramente son los mismos que apoyaron en su momento el golpe en Venezuela y que hacen ligámenes conspirativos de toda índole, como aquel que decía que las Maras estaban ligadas a Al Qaeda.

    Pero de cualquier forma, la Administración Obama, como apunto su presidente en Trinidad y Tobago, anda "escuchando y aprendiendo". Ya de cualquier forma, el Council on Foreign Relations había apuntado a que una nueva era de relaciones debía abrirse con América Latina, que trascendiera la agenda de drogas y libre comercio.

    Por lo que sucedió el fin de semana del 17 al 19 de abril, pareciera que así será.

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